A pesar de la inclemencia meteorológica, unas cincuenta personas nos hemos reunido en la Plaza Mayor de Segovia secundando la movilización convocada por la Federación Estatal de Foros por la Memoria.
Colocamos una pancarta en el que se podía leer: "360 asesinados por defender la legalidad democrática: VERDAD , JUSTICIA Y REPARACIÓN para las víctimas del Franquismo", así como algunas fotos de los mismos, acompañado de dos paneles que contenían los nombres, apellidos, edad, profesión y lugar y fecha de la ejecución de todos los asesinados contabilizados; Nicolás Berzal leyó el comunicado del Foro por la Memoria
Segovia, 1 de febrero, 13 horas, Plaza Mayor
Hace unos meses estuvo en primera línea del debate en la sociedad la cuestión de la represión franquista. El auto del Juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es el juez Garzón, puso altavoz a reivindicaciones que desde hace años los familiares y asociaciones memorialistas llevábamos denunciando pero no tenían el eco que se merecían.
La inhibición posterior del juez dejó en muchas personas la sensación de frustración pero, muy al contrario, creemos que debe hacernos redoblar esfuerzos para acabar de una vez por todas con el modelo español de impunidad.
Porque nos asiste la razón y el derecho a saber, exigimos VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN. Después de más de 70 años del frustrado golpe militar que desembocó en la Guerra Civil y posteriores 40 años de represión dictatorial, es inconcebible que estemos en esta situación. Cuando el Estado español pretende ser adalid en la defensa de los Derechos Humanos en otros países, al llegar a nuestras fronteras, un tapón de impunidad, silencio y desprecio impide aclarar el paradero de desaparecidos y asesinados, y hacer justicia ante la represión sufrida por los que defendieron la democracia y la legalidad constitucional de la República.
Aún hoy, cuando miles de compañeros y compañeras permanecen sepultados en campos y cunetas, los jueces se inhiben, la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo se declaran no competentes, trasladando la responsabilidad a los mismos tribunales territoriales que llevan una década lavándose las manos ante las denuncias de familiares y organizaciones memorialistas.
Es hora de movilizarse, de salir a la luz pública para hacer patente lo obvio: que los actos represivos del franquismo son crímenes contra la humanidad cubiertos por un manto de silencio y de impunidad, y que las víctimas del franquismo y sus familiares se encuentran en una situación de manifiesta indefensión legal.
Asimismo, tenemos que continuar denunciando que las sentencias judiciales franquistas contra los defensores de la democracia y las libertades, continúan siendo plenamente vigentes y legales.
Se lo debemos a todos los que sufrieron la represión, a los que nos dejaron y a los que aún viven, tenemos que seguir luchando para conseguir VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.
Las víctimas del franquismo piden "justicia"
Descendientes y familiares, unos cuatro mil en Segovia, lamentan la inhibición de Garzón y exigen una reparación moral que no llega
Nicolás Berzal lee el manifiesto del Foro por la Memoria. / A. TANARRO Dos personas buscan los nombres de sus familiares. / A. TANARRO
Dos personas buscan los nombres de sus familiares. / A. TANARRO
No llegaba a cuarenta el número de personas que se concentraron ayer en la Plaza Mayor para pedir «verdad, justicia y reparación» a los represaliados del franquismo, pero eran conscientes de que daban voz a cerca de cuatro mil segovianos descendientes o familiares directos de quienes fueron asesinados con total impunidad, ejecutados tras sumarísimos consejos de guerra, encarcelados o despojados de sus bienes o sus puestos de trabajo.
Las víctimas que el franquismo dejó durante la guerra civil y la dictadura posterior lamentaron ayer la inhibición del juez Garzón tras el auto del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional que puso altavoz a las reivindicaciones que desde hace años familiares y asociaciones por la recuperación de la memoria llevan denunciando. Y lo hicieron mediante una concentración simbólica que sirvió para recordar a la sociedad que el asunto, por su parte, no está cerrado y que continúan exigiendo una reparación moral que no acaba de llegar, «mientras el Gobierno español pretende ser adalid en la defensa de los Derechos Humanos en otros países».
La concentración, convocada por el Foro por la Memoria de Segovia, reunió a un puñado de personas, hijos o descendientes directos de quienes fueron perseguidos por mantenerse fieles a los valores e ideales de la II República española frente al golpe de Estado del general Franco. El encargado de leer el manifiesto fue Nicolás Berzal, hijo de un fusilado, que abogó por continuar denunciando que las sentencias judiciales franquistas contra los defensores de la democracia «siguen siendo plenamente vigentes y legales».
«Aún hoy, cuando miles de españoles permanecen sepultados en campos y cunetas, los jueces se inhiben, la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo se declaran no competentes y se traslada la responsabilidad a los mismos tribunales territoriales que llevan diez años lavándose las manos ante las denuncias de familiares y organizaciones memorialistas», subrayó.
Decepción
La llamada memoria histórica estuvo en primera línea de la actualidad política nacional durante los meses de septiembre, octubre y noviembre del año pasado, el tiempo que duraron las primeras pesquisas del juez Garzón. Después, tras la inhibición del juez, la decepción se apoderó tanto de las familias como de las asociaciones y foros, que hasta ahora no han tenido muy claro cómo afrontar un asunto que les duele demasiado, en palabras de Santiago Vega Sombría, presidente del Foro por la Memoria de Segovia.
«De ahí el objeto de esta convocatoria, que no es otro que dar un toque de atención después del impás que el asunto ha dejado en la actividad de muchas asociaciones -apunta Vega Sombría-. La paralización de las exhumaciones nos ha dejado cortados y queremos reavivar el debate y decir muy claro que esto no puede seguir así, que España es el único país democrático que tiene tirados a miles de ciudadanos en campos y cunetas setenta años después del final de la guerra civil. El trabajo que el Gobierno de Zapatero está desarrollando en Bosnia para recuperar los cuerpos de las víctimas de la guerra de Yugoslavia debe hacerlo aquí también».
Una lista con la relación de víctimas y algunas fotografías de personas asesinadas durante la guerra pusieron nombres y apellidos a una concentración que sirvió para honrar la memoria de los 360 segovianos ejecutados y de las 2.574 personas que sufrieron cárcel y persecución por razones ideológicas durante la contienda fratricida y los años posteriores.
A la manifestación pública de ayer se sumó el colectivo republicano Antonio Machado de Segovia, que subrayó la necesidad «ineludible» de «recordar sin falsificaciones un pasado que, guste o no, sigue proyectando sus luces y sus sombras sobre el presente y sobre el porvenir».
(con un click encima de la imagen, se ve a mayor tamaño, y se leen mejor las entrevitas)
(EFE)
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