jueves, 5 de junio de 2008

Exhumación en Sepúlveda de fusilados en la guerra civil




Exhuman los restos de las autoridades de Sepúlveda fusiladas en el verano de 1936



Carlos Álvaro, Norte de Castilla, 4 de octubre de 2004

Entre los cinco cuerpos recuperados están el del alcalde Fermín Elías Sanz y el del maestro Ángel Prieto Alonso Los asesinados yacían en dos fosas comunes cercanas a Riaza
Son los huesos pertenecientes a los cuerpos de Fermín Elías Sanz, alcalde de Sepúlveda en 1936; Antonio Albarrán, teniente de alcalde del mismo Ayuntamiento; Pedro Antón, presidente de la Casa del Pueblo; Lucio Esteban, músico de profesión, y Ángel Prieto, maestro. Fueron asesinados presuntamente a manos de soldados requetés a la altura del kilómetro 88 de la carretera de Riaza, en los albores de la Guerra Civil española. El motivo, ser los cabezas visibles del Frente Popular en la villa y haber permanecido fieles a la República tras la sublevación de Franco.

Miembros del Foro por la Memoria de Segovia, voluntarios y familiares han logrado este fin de semana desenterrar los cuerpos de las autoridades sepulvedanas de aquella época. Han sido muchos meses de espera, reuniones y reflexiones que al final han dado sus frutos.

Los cadáveres descansaban repartidos en dos fosas -dos en una y tres en otra- cuya localización ha sido muy fácil, pues los familiares conocían el lugar exacto. Es más, a lo largo de los años se habían preocupado de señalizar con piedras los límites de las tumbas y de proteger con un muro un lugar sagrado para sus memorias; ahora, con la emoción a flor de piel, hijos y nietos han tenido la oportunidad de saldar una deuda. Los huesos encontrados no estaban en buen estado, según ha informado el historiador Santiago Vega Sombría, portavoz del Foro por la Memoria, lo que hace casi imposible la identificación. «La acidez del terreno ha sido nefasta para su conservación y los esqueletos se encuentran fragmentados», apunta.

En la recuperación de los cuerpos ha sido clave, en primer lugar, el testimonio de los familiares y después la labor profesional de los dos arqueólogos que voluntariamente han colaborado con el Foro por la Memoria, Jorge Vega y Arantxa Navarro.

Las excavaciones dieron comienzo el sábado por la mañana y a primera hora de la tarde aparecían los primeros restos humanos a unos ochenta centímetros de profundidad. Fuentes del Foro por la Memoria aseguran que la exhumación se ha llevado a cabo en la más estricta intimidad por expreso deseo de las familias.

Lo ocurrido en aquella fatídica noche es conocido por todos los vecinos de Sepúlveda y ha estado siempre presente en sus vidas. El historiador Santiago Vega lo tiene, además, documentado. Las autoridades republicanas, el maestro y el músico fueron fusilados en la madrugada del 21 de agosto de 1936 y enterrados en una cuneta de la carretera SG-911, ya en término municipal de Riaza, pero a escasos quince kilómetros de Sepúlveda, de cuya cárcel habían partido minutos antes porque las víctimas se encontraban presas desde hacía un mes. Varios hombres sacaron a los dirigentes sepulvedanos de la prisión del castillo, les subieron en una camioneta y antes de llegar a Riaza acabaron con sus vidas. Los familiares recuerdan que el guardia de la comunidad de Riaza escuchó los disparos desde su casa. Cuando les fueron a reconocer, alguno estaba todavía con vida.

Estos cinco vecinos de Sepúlveda corrieron la suerte que otros muchos españoles en una época atroz. El alcalde, Fermín Elías Sanz, de 44 años de edad, pertenecía a Izquierda Republicana, al igual que su teniente de alcalde Antonio Albarrán, de 56 años, y que el maestro, Ángel Prieto Alonso, que contaba 68 años. El más joven de los cinco, Pedro Antón Morata, de 40 años, era socialista, también teniente de alcalde y presidente de la Casa del Pueblo. Luciano Esteban Mansilla, de 56 años, era músico y militante socialista.

Los cinco de Otero

Con los cinco cadáveres exhumados este fin de semana ya son diez los cuerpos de republicanos represaliados que han sido recuperados en la provincia de Segovia. En junio del año pasado, el Foro por la Memoria logró rescatar los restos de cinco vecinos de Otero de Herreros que habían sido ejecutados el día 3 de agosto de 1936 y enterrados en varias fosas individuales pero cercanas entre sí en el paraje Cepones, en término de Navas de Riofrío, a quince kilómetros de Segovia.

Según Vega Sombría, los huesos de las víctimas de Otero se encontraban en mejor estado que los encontrados entre el sábado y ayer en Sepúlveda. De hecho, sus descendientes acaban de conocer los resultados de la prueba de ADN que les ha permitido una correcta identificación de los cuerpos. Próximamente, serán enterrados en Otero.

Cinco cuerpos recuperados

Las primeras exhumaciones en la provincia de cadáveres de la Guerra Civil se desarrollaron a los pies de la Mujer Muerta. El Foro por la Memoria y los vecinos de Otero recuperaron los cuerpos de Pedro Aparicio Bravo, Pedro Sebastián Vela, Abel de Pablos, Julián Martín Pascual y Miguel Durán Prieto. Eran obreros de Otero de Herreros y fueron fusilados el 3 de agosto de 1936. Todavía no han sido enterrados.

Los últimos cuerpos exhumados en Riaza corresponden a las autoridades de Sepúlveda, que fueron ejecutadas el 21 de agosto de 1936. Son Fermín Elías Sanz, alcalde de Sepúlveda por Izquierda Republicana; Antonio Albarrán, teniente de alcalde; Pedro Antón Morata, socialista y presidente de la Casa del Pueblo; Ángel Prieto Alonso, maestro; y Luciano Esteban Mansilla, músico.

Aquel mes de agosto

El pronunciamiento militar del 18 de julio apenas encontró resistencia en la provincia de Segovia, que rápidamente quedó controlada por los sublevados. En los días posteriores al alzamiento, el territorio segoviano vivió un círculo de represión espantosa, que se saldó con siete muertos en lo que quedaba de julio, 116 en agosto y treinta en septiembre, según Santiago Vega Sombría. La mayoría de los asesinados había desarrollado una actividad política más o menos destacada, militaba en partidos de izquierda o estaba afiliada a algún sindicato. Cayeron socialistas, comunistas y anarquistas. Pero otros, que nunca habían tomado partido, murieron sin motivos aparentes, víctimas de un 'chivatazo' o una delación que en ocasiones procedía del mismo entorno.

El mes de agosto de hace 68 años fue especialmente cruento. En las madrugadas de los días 15 y 31 se produjeron dos sacas en las cárceles de Segovia en las que perecieron 26 personas. Jornadas antes, el 13, la represión nacionalista se saldó con quince muertos. El fusilamiento tuvo lugar en el cruce de las carreteras de Sepúlveda y Cantalejo. Una camioneta recogió a las víctimas en Fuenterrebollo, Cantalejo, Cabezuela y Sauquillo. Nadie volvió a saber de ellos.
El municipio cede unos metros en el cementerio para que los huesos sean enterrados juntos

Las tareas de exhumación concluyeron ayer y los restos óseos de los dirigentes del Frente Popular en Sepúlveda descansan ya en un mismo ataúd que ha quedado depositado en el cementerio de la villa, según han informado fuentes del Foro por la Memoria. En este lugar permanecerán hasta que sean nuevamente inhumados, esta vez, de manera digna y en el propio camposanto, porque el Ayuntamiento de Sepúlveda, gobernado por el Partido Popular, ha cedido el terreno.

El entierro se celebrará en el transcurso de esta semana, aunque, según las mismas fuentes, se desarrollará con la mayor discreción posible y en cuanto llegue la autorización del juez. Después se elaborará una lápida común con los nombres de las cinco víctimas, a las que se tributará un homenaje que el Foro de la Memoria considera necesario.

«Con todas estas acciones queremos ayudar a recobrar la memoria histórica que durante décadas ha permanecido oculta», apunta Santiago Vega. «El primer objetivo es recuperar los restos para que las familias puedan enterrarlos con la dignidad que merecen, y después, tratar de preservar la memoria de las víctimas, es decir, saber quiénes eran, a qué se dedicaban por qué lucharon y lo que les pasó». La idea es que el pueblo de Sepúlveda pueda conocer de primera mano la respuesta a estos interrogantes en varios actos que se desarrollarán próximamente, entre ellos una exposición sobre la incidencia de la II República en Segovia que ya ha podido verse en varias localidades de la provincia, entre ellas, Segovia, Nava de la Asunción y Otero de Herreros.

Dificultades

Cada proceso de exhumación es distinto y acarrea diversas dificultades que hay que salvar antes de que las piquetas comiencen a remover la tierra. Las facilidades que el Foro de la Memoria encontró en Otero no han sido las mismas en el último caso, y no por culpa de las autoridades municipales, que en Sepúlveda han sido receptivas y colaboradoras. Las familias tuvieron que ponerse de acuerdo y conciliar sus deseos, porque, en un principio, no todos estaban conformes con la idea. Numerosas reuniones y reflexiones han mediado hasta el consentimiento final.

Exposiciones sobre la II República, en El Espinar

Entre los días 6 y 15 de diciembre de 2007, en El Espinar, se mostraron las exposiciones La II República, esperanza de un pueblo y La II República en Segovia.

Homenaje a Agapito Marazuela y a las Milicias Antifascitas Segovianas


Homenaje realizado el 18 de diciembre de 2006 en la Casa de los Picos

El Foro por la Memoria rinde homenaje a Agapito Marazuela y a las Milicias Antifascistas


M. C./SEGOVIA


El Foro por la Memoria de Segovia rindió un homenaje a la figura de Agapito Marazuela y a las Milicias Antifascistas en las que el folklorista se enroló durante la Guerra Civil.

Alrededor de cien personas se dieron cita en la Casa de los Picos, en un acto en el que intervinieron el doctor en Historia Juan Andrés Blanco, discípulos de Marazuela y la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Segovia Concepción Domínguez.

Las actuaciones musicales de Raúl de Frutos, Elisa Serna, Nuevo Mester de Juglaría y La Órdiga amenizaron una jornada que concluyó con una ofrenda de flores al monumento que el folklorista tiene en la capital.

Medalla

El Museo de Segovia cuenta desde el jueves con una nueva pieza dentro de su exposición permanente. Se trata de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes concedida en 1983, a título póstumo, a Agapito Marazuela, por el Ministerio de Cultura.

Desde esta fecha, el galardón ha permanecido en el depósito de la delegación territorial de la Junta de Castilla y León donde, según el delegado territorial, Luciano Municio, «lamentablemente, no podía ser contemplado por los segovianos».

Aunque el Museo de Segovia ya es poseedor de esta medalla de oro, es necesario que se establezca una ubicación definitiva para este galardón.

Según el director del museo, Alonso Zamora, «cuando se abrió este recinto no se dejó un hueco para esta pieza, pues no sabíamos que nos la iban a ceder, por lo que ahora hay que encontrar un sitio dentro de nuestra exposición permanente». Previsiblemente, su lugar esté en la última sala del museo, junto a otras obras de artistas como Emiliano Barral o Zuloaga. La razón de esta posible ubicación sería, según explicó el propio Alonso Zamora, «seguir un orden cronológico de las obras expuestas».

El galardón no se colocará en su lugar definitivo hasta que no se elabore una vitrina y los carteles necesarios que toda obra que se precie ha de llevar consigo.